VIAJE ALREDEDOR DEL CUERPO


A las cinco de la madrugada entendí a Tony Smith, el escultor norteamericano cuando se llevó a sus estudiantes de la universidad en su carro por una carretera en obra a dar un paseo nocturno. Más allá de la naturaleza estética de recorrer un no-lugar, para mí, era tratar de habitar el parque de la 78 con 11. Fue un SABER ESTAR en un no-lugar.

Smith escribió en Art Forum en diciembre de 1966 lo siguiente:

"Cogí tres estudiantes y salí en coche desde algún lugar de Meadows hasta New Brusnwick. [...] Este viaje en coche fue una experiencia reveladora. Tanto la carretera como gran parte del paisaje eran artificiales, y por tanto no podían considerarse como una obra de arte. Por otro lado, me produjeron un efecto que el arte jamás me había producido. Primero no sabía de qué se trataba, pero produjo el efecto de liberarme de muchos de los puntos de vista que yo tenía acerca del arte. Parecía como si hubiese allí una realidad que nunca había tenido, una expresión artística. La experiencia de esta carretera era algo que estaba representado cartográficamente, pero que no se reconocía socialmente [...].  No hay modo de enmarcara, tan sólo puedes experimentarla". 

El arte hay que sentirlo, hay que experimentarlo, hay que vivirlo. La carretera desapareció para Smith, y apareció la esencia misma del arte: el asfalto, esa gran escultura y la línea blanca una pintura de gran formato. 

En mi caso, no sé si fue un fracaso o un acierto llevar a mis estudiantes a un parque público para hacer un ejercicio que me ha rondado por algunos días en la cabeza: SABER ESTAR. Un ejercicio de resistencia del cuerpo: resistir al frío, a lo inusual, al hambre, al lugar, a mis órdenes, al silencio al cuerpo erguido, al cuerpo recostado, a la sed, al sueño, al miedo.

El momento en que supe habitar este lugar fue cuando me pude concentrar por pocos minutos en completo silencio. El lugar apareció porque el cuerpo, mi cuerpo dejó de ser permeado por éste. 

Este viaje sobre el cuerpo sobre sí mismo, replegado, habitado en su incomodidad, deshabitado de lo usual hizo que trajera a conciencia cosas que a continuación en una lista pude ver en esas horas de vigilia:

1. El trayecto de la luna sobre el cielo despejado es curvo y no recto. 
2. La ausencia de personas despiertas.
3. Que en la noche todos los gatos son pardos.
4. Que el servicio de bus es hasta la 1:00 de la madrugada y empieza a las 5:00 am.
5. [Me reservo el odio hacia lo que vi].
6. Preguntarme por espacio público.
7. Pensar sobre las irrupciones de lo cotidiano. 
8. Pensar que no hacer nada es un acto contestatario.
9. Pensar en los miedos.
10. El coraje de mis estudiantes.
11. En la resistencia misma del cuerpo dominado por la mente.
12. El cuerpo al desplomarse sobre un colchón.
13. Mis estudiantes hicieron un voto de confianza grande.

Sentí al final de este viaje sobre mi cuerpo un alivio. Un alivio regresar con mis estudiantes completos. Debe ser eso lo que me intriga sobre Smith, si a ciencia cierta, conducir sobre una carretera en construcción se estaba acercando a la muerte porque no sabía a dónde iban a llegar.

A mis estudiantes:

Saray Escamilla
Fernando Zapata
Jeraldin Macías
María Paula Hurtado
Alejandro Ríos
Lina Cruz
Yessica Meneses

Bogotá, Lunes 8 de septiembre de 2014.